In the silence [Libre]

El día era gris y frío, el ideal para que le sobreviniera una de sus crisis si no se andaba con cuidado. Aquella tarde las clases habían terminado temprano y no deseaba ir al encerrarse al pequeño apartamento que compartía con su madre, aún faltaba para el toque de queda y mientras caminaba con paso rápido por las calles decidió recorrer el cementerio. Para muchos ese lugar no era precisamente un parque de recreo pero la tranquilidad que prometía le impulsó a entrar. Acomodándose la bufanda se cruzó con algunas personas que salían apresuradas...En sus ojos azules se notó momentáneamente la lástima que sentía por todas aquellas personas que vivían con miedo, al gobierno,a la niebla. ¿Cómo podían vivir así? él nunca había sido un reprimido y se rebelaba contra cualquier cosa que significara opresión.

Sus pasos se dirigieron hacia una tumba en particular, podría llegar hasta ahí con los ojos vendados. Se sentó junto al bloque de cemento en dónde reposaban los restos de la única persona que había amado en su vida. No era el único que visitaba esa tumba en particular pues Heller tras su muerte se había convertido en una especie de héroe de los ciudadanos y también de los rebeldes. Damen observó las flores blancas que yacían sobre la tumba y sintió que se le creaba un nudo en la garganta.

-Hola, hoy fue un día agotador... - comenzó con un susurro - El miedo y la opresión de la que hablabas están convirtiendo a muchas personas en autómatas, tú sin duda te habrías rebelado e instado a luchar por algo pero...Ya no estás aquí.

Su rostro se ensombreció y las lágrimas brotaron de sus ojos, se preguntaba si alguna vez le olvidaría y alguien ocuparía su lugar. Su ausencia le dolía en todo el cuerpo y aunque con sus compañeros se mostraba alegre y sus bromas pesadas eran épocas, lo cierto es que por dentro el vacío que sentía crecía a diario, al igual que la enfermedad que se incubaba en su interior.

Tres años...Seis años como máximo.

Comenzó a detestar el número seis desde el mismo instante en que su médico de cabecera le dio la noticia fatal, ni siquiera su madre lo sabía y él no se lo diría pues ya bastante tenía con ser una ciudadana asustada como para venir a enterarse de que su único hijo sólo tenía 6 jodidos años de vida. El viento movió las copas de los árboles y varias hojas rodaron por el suelo. Damen se secó las lágrimas y suspiró, sabía que algún día tendría que dejarle ir pero no estaba preparado...Todavía no.